Ser madre soltera no es tarea fácil, pero tampoco es el fin del mundo;
tener una pareja no significa que vas a ser más feliz o que tendrás una mejor
solvencia económica; existen infinidad de relaciones disfuncionales donde los hijos viven la pesadilla de las
peleas diarias de los padres. La diferencia de las madres solteras es que se enfrentan al mundo solas y luchan por sacar adelante
a sus hijos económicamente y emocionalmente.
Tal vez puede sonar aterrador el
hecho de ser mamá soltera; por el conjunto de responsabilidades que implica; suena
terrible ir a trabajar cuando alguno de tus hijos este en cama enfermo, o
cuando te cancela la niñera porque hoy no podrá cuidarlos, posiblemente saliste
tarde del trabajo y cuando llegaste ya estaban dormidos; pero déjame decirte
que estos actos son dignos de admiración; no se trata de feminismo, pero solo
las mujeres tienen la habilidad de dividirse en mil partes; ser mamás, jefas de
trabajo, hijas y amigas.
No te asustes, esto también tiene
sus ventajas; tu vida no depende de nadie, tomas tus propias decisiones, eres
libre de hacer lo que a ti te plazca, vives sin límites y sobre todo eres un
digno ejemplo para tus hijos al ser mamá y papá.
Confía en ti, en todo lo que
puedes lograr; no eres ni la primera ni la última que enfrenta esta situación;
dedica tiempo de calidad a tus hijos, tal vez no puedas estar todo el día con
ellos, pero procura que los momentos sean únicos para que puedan disfrutarse; consiéntete,
también puedes y debes tomar un espacio para ti, relájate analiza todo lo que has
logrado y goza tu plenitud.
Si eres una mamá soltera permíteme
felicitarte y aplaudir todos los retos que superas día a día; vive esta experiencia
y disfruta al máximo a tus hijos, pues por ellos vale la pena enfrentar todas
las batallas de la vida.